AUTORIDAD Y LÍMITES DESDE EL CORAZÓN

Autoridad y límites

Un aspecto que preocupa profundamente a padres, madres y educadores es el tema de la autoridad.

Poner límites.

¿Cómo, cuándo y por qué?

Durante generaciones anteriores no había ninguna duda sobre cómo poner límites, y muchas veces se hacía de manera más cercana al autoritarismo que a la autoridad.

A día de hoy padres y educadores tienen un fuerte conflicto a la hora de poner límites, saber cuáles son y de qué manera expresarlos, precisamente para no caer en formas autoritarias.

O también puede suceder todo lo contrario: adultos que son inflexibles en sus formas por miedo a perder el control o la autoridad.




Puede ser útil tener claras las que podemos llamar “zonas de disciplina”:

a) Zonas del sí incondicional: no hay ninguna restricción
Que un niño se ensucie jugando o comiendo o que un adolescente pueda salir a la calle en horas estipuladas

b) Zona de conducta tolerada y no sancionada por razones específicas
Está aprendiendo: a tirar de la cadena o a recoger el plato de la mesa
Situacions específicas o difíciles para el chico/chica: cambio de residencia, procesos de separación

c) Conductas intolerables que deben pararse
Situaciones que ponen en riesgo la propia integridad física o la integridad física, moral o afectiva de la familia.

¿Qué herramientas tenemos para poner límites?

  1. Cuando empieza un conflicto, antes de llegar a tomar medidas o amenazas, intentar averiguar el origen del comportamiento disruptivo.
  2. No imponer límites ni discutirlos cuando no estemos calmados o los niños están enfadados.
  3. Mantener la calma. No pelearse con el hijo o alumno. Nosotros somos los adultos.
  4. Límites claros sin muchas explicaciones. Dar demasiadas explicaciones cuando el límite está claro hace que el mensaje pierda fuerza y autoridad. (“No se pega a las personas.”)
  5. Buscar alternativas: “En el pasillo no se juega a fútbol. Podéis jugar en el parque.”
  6. Concentrarse en el comportamiento, no en la personalidad del niño: “No me gusta cuando le faltas al respeto a las personas”, en vez de “eres un irrespetuoso y si continúas así no tendrás amigos”.

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Feliciano Garcia
  • Docente, Técnico en Educación Emocional. Terapia familiar. Formado en Constelaciones Familiares.