DEBERES ESCOLARES: SÍ O NO

deberes escolares

El volumen de deberes escolares para los niños

Desde hace varios años ha comenzado una polémica sobre la cantidad de deberes escolares que deben hacer los niños. Por un lado, varias asociaciones de padres y madres consideran que el volumen de deberes que tienen que hacer los más pequeños es excesivo. Por otra parte, muchos profesores creen que aprender hábitos de estudio es muy favorable para el futuro de los niños y que, además, es una manera de reforzar el trabajo que se hace en clase.


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Pero antes de empezar con el debate, ¡no todo es blanco o negro! Hay muchos grises y matices en este tema.

deberes escolares

 

¿Cuántos deberes tienen nuestros hijos?

Es cierto que los niños y niñas pueden utilizar los deberes para repasar lo que ya han hecho en clase. Así que la pregunta específica no es si se deben hacer o no se deben hacer deberes escolares, sino cuántos deberes tienen que hacer.

La infancia es la etapa en la que los niños descubren qué pasa a su alrededor y comienzan a observar el mundo bajo su perspectiva, ¡y lo hacen jugando! Los más pequeños tienen que pasar ratos jugando y descubriendo las cosas a su manera, es como más aprenden. Y eso muchas veces se ve interrumpido si la cantidad de deberes es excesiva.

Si notas que tus hijos muestran signos de estrés o no les gusta nada la idea de empezar a hacer los deberes escolares de la tarde, tal vez el problema está en que tienen demasiados deberes.

La solución tiene que pasar por el centro escolar y los profesores. Si hay una tarde en la que los niños no tienen deberes, ¡no pasa nada! Pero debe haber coordinación entre los maestros de las diferentes asignaturas para controlar la cantidad de deberes que tienen que hacer después de clase.


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Deberes escolares alternativos

Y no sólo es una cuestión de cantidad, porque si bien es cierto que los deberes sirven para reforzar lo que ya se hace en clase, también deben estar pensados para que los niños los hagan durante su tiempo libre, y no sólo como ejercicios repetitivos de lo ya explicado en clase.

Los deberes escolares de las tardes, fines de semana o vacaciones deben estar pensados como juegos. Hay cuadernos de verano que, por ejemplo, alternan el aprendizaje con temas que pueden interesar a los más pequeños. Todo está en descubrir qué les gusta más y cómo enfocar esto y plasmarlo en los deberes. Hacer un dictado de su libro favorito o incluir las matemáticas en problemas del día a día que tienen que solucionar, por ejemplo.

 

Técnicas para conseguir que los niños hagan los deberes

Estemos o no estemos de acuerdo con los deberes escolares, lo que es cierto es que de momento son obligatorios en la mayoría de centros educativos. Así que lo mejor es utilizar diversas técnicas para que esta ratito de deberes se les pase mejor.

  1. Buen lugar de estudio. Lo primero de todo es asegurarnos de que nuestros hijos estén en un ambiente adecuado para hacer los deberes. Lo mejor es que sea su propia habitación y que no exista nada que pueda distraerlos, como la televisión por ejemplo. También es importante que la habitación tenga mucha luz natural y sin ruidos fuertes.
  2. Deberes y diversión. Como hemos dicho, los deberes deberían ser una combinación entre aprendizaje y pasar un buen rato. La verdad es que los niños aprenden más cuando se lo pasan bien, ¡porque lo acaban recordando mejor! Así que todo está en buscar cómo relacionar los deberes con la diversión, descubrir qué les gusta a los niños y enfocarlo a los deberes.
  3. Aplicar los deberes a situaciones de cada día. Otra forma que funciona muy bien es enfocar los deberes a situaciones que vivimos en nuestro día a día. Es una manera de que los niños aprendan sin casi darse cuenta. ¿Vamos al supermercado? Dejemos que nuestros hijos den el dinero correctamente. ¿Tienen un problema de matemáticas? Seguramente lo podemos comparar con alguna situación similar que hemos vivido.
  4. Desconexión previa. Si los niños acaban de salir de la escuela no es nada recomendable que empiecen a hacer los deberes justo al llegar a casa. Lo mejor es que justo después de salir del cole, puedan jugar un rato, sobre todo si es al aire libre. Otra opción es que primero vayan a sus actividades extraescolares, siempre que éstas no impliquen más tiempo de estudio. Si desconectan un poco, después estarán más dispuestos a hacer los deberes.
  5. Estudio en grupo. Estudiar con los amigos y amigas es estudiar sin saberlo. Eso sí, tenemos que controlar mucho que realmente estén estudiando y no jugando. Hacer los deberes en grupo va muy bien para probar diferentes técnicas y que cada uno de los niños se responsabilice de una tarea concreta. Así, no sólo estudian, sino que deben alcanzar unos objetivos en grupo que ellos mismos se marcan.

 

➡  Mira todos los hábitos saludables para mejorar el rendimiento escolar AQUÍ


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Escrito por: Claudia

Periodista especialista en oci infantil i familiar amb més de 30 anys d'experiència en mitjans.