Y si llueve … ¡No hay problema!
Jugamos con la lluvia.
Y cuando llega el otoño y las lluvias … Botas de agua, paraguas y a la calle.
Nada de quedarse en casa …

Algo tan simple como pisar los charcos de agua es un juego que encanta a los más pequeños.
Saltar y mojarse. Y ensuciarse…¡tambien!