Para dar forma a la imaginación
Juguemos con plastilina. Te explicamos los beneficios que tiene para los niños/as:
La plastilina es un material que divierte y distrae a los pequeños de la casa. Los niños disfrutan mezclando los colores de la plastilina y viendo el resultado, lo que les ayuda a aprender los colores.
Los niños pueden crear todo tipo de objetos y figuras, reales o imaginadas, y mezclar colores para crear sus propios mundos de fantasía.
Estimula la creatividad de los niños, mejora su capacidad de concentración y los tranquiliza.
En algunos casos, la plastilina se utiliza como terapia anti-estrés. Jugar con plastilina obliga a los niños a estar concentrados, sentados y tranquilos, ayudándoles a calmarse.
Al mismo tiempo que pueden expresar al artista que llevan dentro, la plastilina les ayuda en su proceso de aprendizaje.
Aprenden los colores, los conceptos de pequeño y grande (haciendo bolitas), de juntar y separar, de dividir y sumar, de estirar… y lo hacen jugando… ¡la mejor manera de aprender!
Estimula el desarrollo psicomotriz: La plastilina les ayuda a controlar la fuerza que los niños ejercen sobre las figuras que crean, mejorando su habilidad psicomotriz.
Se trata de un material que permite hacer y deshacer y es importante que les dejemos modelar la plastilina a su aire. Ser capaz de crear una figura con plastilina y sentirse orgulloso del trabajo hecho mejora la autoestima de los niños.
Cuanto más grande sea el niño, más retos tendrá y será capaz de crear todo un mundo de plastilina y objetos mucho más complejos.
Manipular la plastilina ayuda a mejorar la fuerza y destreza manual de los niños, lo que les será útil para coger un lápiz y escribir más adelante.