LA NOCHE DE SAN JUAN

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La noche del 23 de junio

Cuando la luz, el fuego y el ruido de los petardos son los protagonistas de la noche más corta del año

San Juan se celebra la noche del 23 al 24 de junio. La noche más corta del año, coincidiendo con el solsticio de verano.


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A pesar de la relación de la festividad de San Juan con la religión católica, el origen de esta celebración está relacionado con costumbres paganas en honor al solsticio de verano (21 de junio) y cultos al Sol.

Hay muchos elementos simbólicos relacionados con la verbena de San Juan, pero entre todos el que más destaca es el fuego.

Las hogueras siguen presentes hoy en día en todas las celebraciones y, por extensión, los petardos y fuentes de colores.

El fuego es sinónimo de purificación y curación, de espantar a las criaturas maléficas y de magia.

En las calles y las plazas es tradición que la gente saque todo tipo de chatarra y cosas viejas para quemar.

Todos apilan sus cosas y se enciende la hoguera, alrededor de la cual se hace la fiesta.

La coca de San Juan

Normalmente la noche de la verbena se pasa junto con la familia o los amigos. Una de las cosas que no puede faltar en la mesa después de la cena, a parte del cava, es la Coca de San Juan.

Las más típicas son las de frutas (bizcocho con fruta confitada por encima, con o sin crema) y la de llardons (con piñones tostados por encima).

La Flama del Canigó

Hacia mediados del siglo pasado se inició una tradición: durante la noche del día 22 de junio se enciende una hoguera en la cima de la montaña del Canigó.

De esta hoguera sale una llama que debe encender las hogueras de todo el país. La llama va recorriendo pueblos y ciudades a través de relevos de personas que la van transportando para llegar a muchas poblaciones de Catalunya.

Solsticio de Verano

A lo largo del año hay dos momentos en los cuales el Sol alcanza la máxima distancia angular del ecuador: los Solsticios.

El Solsticio de Verano es cuando el día es más largo y se produce el paso de la primavera al verano.

En cambio, el Solsticio de Invierno es exactamente lo contrario, siendo el día más corto del año, y representa el paso del otoño al invierno.