¡Convertimos un rinconcito de casa en una tienda o un restaurante!
Os proponemos una actividad divertida y educativa: transformad un rincón de casa en una tienda o restaurante de juguete.
Para empezar, los niños deben decidir qué quieren vender: pueden elegir sus propios juguetes, apilar algunos libros, frutas o comida de plástico. ¡Y si os atrevéis, podéis poner alimentos de verdad como galletas o piezas de fruta!
Para que el juego sea más real, es importante que los niños hagan su propio dinero recortando billetes y monedas de papel, y que etiqueten los productos con precios escritos. También podéis preparar bolsas de papel o cajitas pequeñas que harán de bolsas de compra.
A la hora de jugar, los niños harán de vendedores o camareros, y otro niño o nosotros haremos de cliente.
Después de hacer algunas compras o de tomar nota de algunos pedidos, ¡intercambiad los roles para que todos puedan practicar los dos papeles!
Esta actividad es maravillosa porque fomenta el juego simbólico, les ayuda a practicar el cálculo sencillo cuando tienen que pagar y cobrar, y mejora la comunicación entre ellos. Además, es un juego que podéis adaptar siempre que queráis, haciéndolo más sencillo o más complejo según la edad de los participantes y sus intereses.




