Montamos un mini museo
Cuando llueve, hace frío o simplemente queremos pasar una tarde tranquila en casa, podemos convertir el comedor o una habitación en un museo de arte. Es una actividad creativa, divertida y muy fácil de preparar.
Cada niño o niña buscará sus propias obras de arte: dibujos, manualidades, esculturas con plastilina, collages con recortes de revistas o incluso construcciones con piezas de Lego.
Después, expondrán todas las obras como en un museo de verdad.
Pueden hacer carteles con los nombres de las obras, poner música de fondo, hacer unas entradas y preparar una visita guiada.
Es una forma de fomentar su creatividad, la imaginación y el juego simbólico.
No hará falta salir de casa para vivir una experiencia cultural en familia.