Valle de Incles: naturaleza viva para jugar, caminar y descubrir lagos mágicos
¿Quieres vivir una aventura en familia rodeado de montañas, arroyos y animales salvajes?
El Valle de Incles, en Andorra, es un lugar perfecto para pasar el día o hacer una escapada con niños.
En verano, todo se llena de colores, flores y sonidos de la naturaleza. ¿Y lo mejor? ¡Hay un juego divertido que convierte el paisaje en un gran escenario de exploración!
El juego “Busca’ls”: ¡conviértete en explorador
En el Valle de Incles, los niños y niñas pueden jugar a “¡Búscalos!”, un juego de pistas que les invita a recorrer los caminos del bosque buscando señales escondidas.
El punto de partida es muy sencillo: solo hay que recoger un folleto gratuito en las oficinas de turismo de Canillo o Incles y seguir las instrucciones.
Al completar el recorrido, los pequeños exploradores reciben un diploma y un pequeño obsequio, en una experiencia pensada para despertar su curiosidad y fomentar el respeto por el entorno.
Además, entre junio y septiembre, hay un trenecito eléctrico que recorre el fondo del valle. Es tranquilo, ecológico e ideal para familias con niños pequeños.
Rutas para caminar y descubrir lagos de cuento.
El Valle de Incles es de fácil acceso para visitantes de todas las edades. Se puede llegar en coche y aparcar en la entrada del valle, en una zona habilitada (zona azul). Entre los meses de junio y septiembre, de 9:00 a 18:00 horas, funciona un trenecito eléctrico que permite recorrer el fondo del valle de forma tranquila, ecológica y sin necesidad de utilizar vehículo privado.
En la entrada del valle, una pequeña oficina de turismo ofrece mapas, recomendaciones personalizadas y toda la orientación necesaria para que cada visitante encuentre la ruta.
Si te gusta caminar y quieres descubrir paisajes espectaculares, el Valle de Incles tiene tres rutas que te encantarán:
Lagos de Juclar: agua turquesa y montañas altas
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Distancia: 4,57 km
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Desnivel: 465 m
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Dificultad: moderada
Una ruta que comienza al final de la carretera del valle y asciende entre bosques y flores hasta llegar a los lagos de Juclar. El primer lago parece un espejo de agua limpia rodeado de rocas. ¡Aquí vive el tritón de los Pirineos, un animalito muy especial! Si tienes ganas de caminar más, puedes llegar a un segundo lago y a un refugio donde descansar.
Lago de Siscaró: cascadas, truchas y aves
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Distancia: 3,58 km
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Desnivel: 500 m
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Dificultad: moderada
Esta ruta sigue el río y pasa por charcas, cascadas y prados verdes. Se pueden ver truchas, ardillas e incluso corzos. El lago de Siscaró es salvaje y precioso, rodeado de vegetación alpina. También es un buen lugar para observar aves como el acentor alpino o el treparriscos.
Foto: Anne08
Lago de Cabana Sorda: una joya escondida
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Distancia: 2,76 km
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Desnivel: 470 m
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Dificultad: moderada
Esta ruta comienza en la fuente de Comellassos y asciende entre bosques y prados llenos de flores. ¡A menudo se ven marmotas tomando el sol! El lago de Cabana Sorda está a más de 2.200 metros de altitud y es muy tranquilo. Hay un refugio cerca para descansar o pasar la noche.
Foto: wikipedia