¡Descubre los colores de la naturaleza!
Una actividad sencilla y divertida para mirar la naturaleza con ojos nuevos, aprender a observar y crear juntos.
Se trata de una actividad que podemos hacer en familia, en el parque, en el bosque o en el jardín. Consiste en recoger pequeños elementos naturales —como flores, hojas o ramitas— e intentar reproducir su color con ceras sobre papel.
El objetivo es observar con atención los matices, las luces y las sombras, y jugar a conseguir el tono más parecido posible.
Cuando ya tengas tu color, coloca el elemento sobre el dibujo: verás cómo cambia según la luz o el ángulo, y descubrirás lo rica y variada que es la paleta de la naturaleza.
Esta propuesta se puede repetir a lo largo de las diferentes estaciones del año, creando una pequeña colección de los colores de la primavera, el verano, el otoño y el invierno. De esta manera, los niños (¡y también los adultos!) pueden observar cómo la naturaleza se transforma y conservar un recuerdo visual y creativo.





